Hay malestar porque las delegaciones de los organismos nacionales en las provincias no han sido cubiertas. La bronca se trasladó al Congreso y hasta hubo amenaza radical de faltar cuando Macri vaya el 1° de marzo. Esta semana, Frigerio y Peña irán a un cónclave del radicalismo. De ambas partes buscan limar asperezas.
El radicalismo debate por estas horas el rol que tiene en el gobierno de Mauricio Macri. Las dudas no surgen por las políticas adoptadas por el Presidente (aunque cuestionan algunas) sino por la escasa participación que tiene la dirigencia del centenario partido en el Gobierno nacional. Macri designó tres radicales como ministros, el cordobés Oscar Aguad (Comunicaciones), el riojano Julio Martínez (Defensa) y el formoseño Ricardo Buryaile (Agroindustria), pero la UCR ha tenido inconvenientes en sumar a sus hombres en otros cargos altos (sólo el tucumano José Cano tiene rango de secretario de Estado, por estar a cargo del plan Belgrano). Este malestar se hizo fuerte en una reunión que tuvieron los 40 diputados del bloque radical el jueves pasado en el hotel Savoy, donde casi por unanimidad los legisladores le reclamaron a Mario Negri, titular de la bancada y del interbloque Cambiemos, que haya “gestos fuertes” de la conducción partidaria nacional -que lidera el intendente de Santa Fe, José Corral- para pelear por los cientos de cargos que la Nación tiene en las provincias ya que o han ido a parar a manos de hombres del Pro o están vacantes luego de 80 días de gobierno. “Sentimos que somos considerados sólo parte de una alianza parlamentaria pero que no estamos dentro del Ejecutivo”, dijeron al unísono los diputados radicales. Salvo las tres provincias donde el radicalismo maneja el Ejecutivo -Mendoza, Jujuy y Corrientes-, en el resto del territorio nacional hay bronca radical con el Gobierno nacional. Provincias como Córdoba o La Pampa, que son gobernadas por el peronismo dialoguista, el grueso de los cargos no han ido para la UCR, tal como se esperaba. “Si no hubiera existido la Convención de Gualeguaychú (que decidió hace un año la alianza electoral con el Pro), Macri no hubiera sido presidente”, opinó un diputado radical que el jueves. Este dirigente incluso llegó a plantear un faltazo generalizado el 1° de marzo, cuando el Jefe de Estado asista al Congreso a inaugurar el periodo de sesiones ordinarias, algo que fue desestimado pero que cayó bien en algunos oídos. “Hay lío en el territorio pero estas incomodidades son lógicas en el arranque de una coalición de gobierno”, reconoció Negri luego de hacer un gran esfuerzo por contener su bancada. En Córdoba son casi 400 los cargos que no han sido llenados por el Ejecutivo nacional y que la UCR pretende que queden -en su gran mayoría- para el centenario partido. Se trata de las delegaciones de la Anses, de la AFIP, del INTA, del PAMI, del Renaper, entre otros. Los radicales cordobeses señalan que uno de los puestos más deseados era el del PAMI, adonde se nombró a José Arnoletto, un contador de la confianza del viceintendente capitalino, Felipe Lábaque (Pro). Pero el jefe comunal, Ramón Mestre (UCR), quien maneja la ciudad más importante del interior, sin embargo no ha podido designar funcionarios de su riñón en la administración nacional con asiento en la provincia. Atento a este malestar, desde la conducción del Comité Nacional, se intenta llevar tranquilidad a la dirigencia territorial y a los legisladores nacionales. “Los radicales somos quejosos por naturaleza. No es cierto que el partido no esté siendo atendido por el Gobierno”, dijo un alto referente partidario al ser consultado por este diario. La misma voz explicó, sin embargo, que la dirigencia nacional le está exigiendo al Poder Ejecutivo que consulte a la UCR antes de la toma de decisiones trascendentes. El ejemplo que suministró fue el anuncio que realizó Macri y el ministro de Energía y Minería, Juan Aranguren, sobre la eliminación de las retenciones a la minería, que causó sorpresa y disgusto en el centenario partido y puso en una situación extremadamente incómoda al riojano Julio Martínez, un hombre que construyó su capital político en su provincia por oponerse a la mega-minería que impulsa el peronismo. Por eso, la semana que pasó el jefe partidario, Corral, fue recibido por Aranguren junto a algunos legisladores como el bonaerense Ricardo Alfonsín, quienes le llevaron un plan integral ambiental-minero. El ministro se mostró cordial pero la decisión ya había sido tomada inconsultamente. Este miércoles diputados y senadores de la UCR -suman casi 50- se reunirán en el hotel San Ceferino, en el partido bonaerense de Luján, para analizar y debatir el plan legislativo que deberán llevar adelante con el Pro y la Coalición Cívica (CC). Como a la reunión asistirán el Jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, se decidió trasladar del modo más políticamente correcto el malestar que hay en las provincias por la falta de juego que tiene el partido en la amplia estructura que tiene el gobierno central en todo el territorio nacional. (Fuente diario Los Andes) ADNbaires/