Lo afirmó Juan Pablo Cayrol, cura de la capilla de Moreno 6700, que cada 7 de agosto recibe a miles de fieles que van a ver al santo del trabajo. El sacerdote Cayrol fue cura párroco de la Iglesia San Andrés de la ciudad de Miramar.
Planteando un breve análisis de cómo observa a los fieles en este 2017, el religioso contó que “ve una gran preocupación de la situación que vivimos. Uno lo ve y me lo dicen. Hemos pasado la crisis de la pesca, de los textiles, hemos pasado muchas crisis. Estamos en un momento crítico. Pero la gente tiene esperanza. Busca en el Santo un poco de ánimo, de decir, vale la pena seguir peleándola”, reflexionó Cayrol.
Consultado si son más pedidos o agradecimientos, el cura expresó que “es una mezcla de todo. Pero hay un pedido permanente y no sólo por trabajo: pide por un enfermo, un familiar, por el hijo, por alguien que se fue para afuera buscando un trabajo mejor. El pedido es permanente porque expresa la fragilidad. Somos un pueblo agradecido y también obviamente la gente tiene que dar gracias. Somos así”, evaluó.
Pero entre todas esas expresiones, Cayrol valoró “el cariño que la gente le tiene al santo. Es el santo más representativo de la Argentina. Se podría decir que es el más expandido”, concluyó el cura. (fuente 0223.com.ar)