Por Pablo Menèndez.-  El día 1º de Julio de 1974, en Buenos Aires, nos enterábamos del deceso del líder, del Presidente de la Rep. Argentina,  Juan D. Perón, y desde esemomento, ya todo no fue igual en la historia política de nuestro país. En principio porque el peronismo perdía a su mentor, a su líder, y a esto, se sumaba que el país vivía días delicados desde el orden social, económico y político.

Sin embargo, luego de cuarenta y cuatro  años de su partida, aún hoy se debate, se discute sobre Perón, y su accionar dentro de la política. Esto se realiza desde los ámbitos intelectuales, educativos y hasta en las mesas de café, todos tienen un recorte de lo actuado, una toma de posición sobre lo realizdo por el peronismo.  Cuando digo todos, no es una metáfora, ya que podemos leer, escuchar o ver como hoy, sus seguidores constantemente se referencia en sus actos, en sus palabras,  y en su forma de ver la política, pero también lo hacen los opositores, lo tienen presente en sus análisis, y posicionamiento políticos en diferentes aéreas, y fuera del ámbito político, también se estudia el peronismo, y Perón, desde la historia,  y por otras aéreas auxiliares.

Luego de tantos libros, y palabras, se sigue hablando de su figura, y de su accionar,  dentro de estas, las distintas hipótesis contra fáctica que se desarrollan, algo que no se debería realizar este tipo de tarea, pese a esto podemos leer, como desde sectores de la izquierda peronista, y de los denominados “progre”, diciendo que Perón no tendría que haber vuelto de su exilio, que fue un error estratégico, en cambio muchos más piensan que su vuelta era necesaria, y que si algunos sectores de la juventud, de entonces, hubiesen escuchado, y analizado mejor las palabras de Perón, no se habría llegado al grado de enfrentamientos que vivió nuestro país.

Por eso, nos podemos cuestionar, y preguntarnos ¿ Perón no vio con claridad la realidad de nuestro país, en ese momento?, por las políticas aplicadas, podemos analizar que si, cuando vemos el abrazo con el líder radical R. Balbín, o el pacto social con la CGT, y la CGE, o el llamado a la unidad de todos los argentinos, y la necesidad de dejar atrás la vieja antinomia peronista, y antiperonista.

Perón volvió poco antes de su muerte a nuestro país, seguramente, vino  pensando en solucionar algunas cuestiones de liderazgo, y se encontró con distintos grupos que tironeaban de su figura, como si fuera de goma, y el líder era un ser humano, que como todos, tenía su postura, y es por esto, que sería interesante que todos los actores sociales, que actuaron por esos tiempos hicieran una reflexión de sus acciones,, y cuando menciono la palabra todos, son desde las organizaciones sociales, sindicales, y políticas, porque hemos leído ríos de tintas de Perón, de su ideología, de sus medidas de gobierno, pero hasta el día de hoy, no se lee, de ningún historiador, ni intelectual, ni de dirigentes políticos de la oposición hacerse cargo de los dieciocho años que dejaron en el exilio al dirigente político más importante de la historia política de nuestro país, y  sin líder al movimiento más influyente de América del siglo XX.

Sería bueno, ya que se cumple cuarenta y cuatro años del fallecimiento del Gral. Perón, que todos analizaran, y  que no siempre se escapen por la tangente, y ver solo como que Perón es responsable de los males, o de las bondades de nuestro país, porque el mismo estuvo dieciocho años afuera del país, y ya hace más de cuarenta años que ya partió, sin embargo con lo que uno lee, y escucha pareciera  que todavía está entre nosotros.

Por eso luego de tanto tiempo, me quedó con una frase que leí hace más de treinta años, y no puedo dejar de decirla:

“Que historia la nuestra, General, ellos nunca se equivocan…” M.W.