Hace un tiempo atrás informaba que la empresa CLC que se dedica al supermercadismo estaba al borde del cierre en nuestra ciudad. Hoy, en forma informal, pude ratificar esta noticia, que ha bajado sus persianas, después de más de 20 años, el Super CLC. Fueron despedidos tres de sus cuatro empleados.
En el mediodía de hoy, en forma extraoficial, me confirmaron el cierre del Super CLC, en Miramar, que estaba ubicado en calle 32 y Diagonal Dupuy. La empresa que tiene su base en Saladillo, venía con dificultades desde comienzo en el 2018. Este verano pasado ya había decidido no abrir su sucursal en Av. 23 entre 12 y 14. Y como un final anunciado, se dio hace unos días atrás el cierre de esta sucursal ubicada a metros del nosocomio local.
Este caso de CLC es una muestra clara de las políticas económicas que se implementan hace casi tres años y medio, los comercios chicos, y medianos se le hace cada día más difícil sostener los gastos fijos que originan un comercio (luz, gas, alquileres en muchos casos, más el costo de las mercaderías que semana tras semana tiene su incremento).
Miramar según estadísticas no oficiales, ya han bajado más de 15 comercios desde hace un año, y otros se han mudado achicando sus espacios, para poder seguir sobreviviendo a una económica deprimida.
Esto que sucede a los ojos de cualquiera de nosotros es la economía real, persianas bajas, empleados a la calle, la angustia de su familia, y la falta de ventas, es el combo que hoy nos toca vivir a todos los habitantes de nuestro suelo.