Por Pablo Menéndez.- Mi sonrisa lo refleja todo, siento que era mi lugar, con mis auriculares colgados, mis discos en la batea, y la pista colmada de gente, de parejas que va a ir al ritmo de la música que esa iba poniendo noche tras noche.
Sentía qué era mi momento, qué sentía que hacia feliz a la gente, que entregaba algo que es muy difícil en tiempos complejos en nuestro país, diversión, música y sobre todo un rato de felicidad.
Cada noche que levantaba las tapas de las bandejas Technics, encendía los equipos, las luces de la pista, y calzaba sus auriculares en la cien, era el momento que a través de su música, dejaba paso a todos los sentidos que puede tener una persona.
La noche, en general, tiene “mala prensa”, sin embargo cuando miró hacia atrás, sé que esos instantes, en esas noches fui pleno.
Pasaron 40 años desde que la primera vez hice girar esa gran sirena ocre, que los bafles empezaba a sonar Phill Collins con In the Air Tonight, esa sensación por más que el tiempo transcurra jamás se me olvida,
Hoy, a 40 años que Torre, me abría sus puertas, quería con este simple relato, recordar que “hubo un tiempo que fue hermoso…” (Foto de Portada de mi gran amigo Rafael Fagonde)