El 20 de julio hace un tiempo que se convirtió en el “Dia del Amigo”, por esta razón, hay saludos, abrazos, mensajes de wsp, o salidas. Sin embargo en lo que a mi me respecta, la ausencia de hace dos años de mi hermano de la vida, cuando llega esta fecha, me trae aún más el recuerdo del querido “Rafa”.
Rafa: Acá estoy frente al teclado, recordando nuestra enorme amistad, que empezó allá en la niñez, en el barrio, en la calle, y recorriendo los 60 metros que conduce mi casa a la tuya, a veces para la nada misma como todo adolescente. Luego de tener tardes de juegos, con el correr de los años, se convirtieron en noches de charlas, de salidas, y hasta de trabajar juntos en los boliches.
“El tiempo no para” dice un tema de la Bersuit, el nuestro tampoco se detuvo, y los años de la adolescencia dieron paso al inicio de la adultez. Con este nuevo pase llegaron los proyectos, las charlas de los amores que fueron y los que no, y con las vueltas de la vida, nos ponen en lugares que jamás pensamos, y cuando las cosas no eran un canto a la vida, ahí estuviste vos, Rafa, solo vos, y nadie más.
Me parece todavía sentir tu zanella 50, color azul, llegar a mi primera casa, allá en la 42 y 33, para ir a visitarnos. En mi vida ya estaba mi primer hijo, Tomás, luego llegó Valentín, y vos con tu cámara retractando sus infancias. Para ellos eras un tío más. Luego, nació Rosario, mi tercera hija, y con Paula, mi exesposa, decidimos que mejor que vos seas su padrino. Nunca hubo duda, que vos tenías que serlo, y lo fuiste hasta el día que partiste.
La vida tiene varios caminos, en algunos momentos más cercanos, otras un poco más alejado, sin embargo nuestra amistad se mantuvo inalterable. A días de dos años de tu partida, debo confesar que un lado de mí se fue con vos, no te sientas mal, estoy muy bien con ese tema, es así, ese lado debía irse.
Voy cerrando esta carta, sin antes de recordar que cuanta razón tenía, el cantaautor, Alberto Cortés cuando escribió ese poema que dice ” Cuando un amigo se va. Queda un espacio vacío. Que no lo puede llenar. La llegada de otro amigo” Y aún más, cuando el que se fue, era el gran Ralf..
Dentro de la melancolía que provoca esta fecha, me despido diciendo, que le agradezco a la vida el haber tenido un amigo de la talla de Rafa. Les puedo asegurar a los que leen esta carta, que todos deberían tener un “Rafa” en su vida.
Hasta pronto, Querido Ralf…sé que nos volveremos a ver… !!!