A la espera de estudios genéticos que permiten la identificación de los restos, sobre la presunción firme que se trata de la adolescente se buscan evidencias que orienten la investigación y permitan conocer cómo murió. Dudas sobre las condiciones en que fueron hallados los huesos.

El hallazgo de restos óseos y los indicios firmes que permiten presumir que podrían corresponder a Iara Nardelli activaron la investigación en procura de contextualizar el caso y allanar camino hacia su esclarecimiento.

La fiscal Florencia Salas, a cargo de la causa judicial, anticipó este martes que esperan por los resultados de cotejo genético entre muestras logradas de esos huesos y otras tomadas de la madre de la menor de 16 años para certificar coincidencia y, en caso que el resultado sea positivo, confirmar identidad.

Maximiliano Orsini, abogado que desde las últimas horas representa a la familia de la menor en este expediente, aseguró a Ahora Mar del Plata que es “muy difícil” arriesgar la causal de muerte porque solo aparecieron muy pocas partes del cuerpo. E incluso consideró poco probable que lo que se encontró sea consecuencia del accionar de perros que podrían haber desmembrado ese cadáver.

“Vamos a presentar en próximas horas una batería de medidas probatorias”, afirmó al portal Ahora Mar del Plata y enumeró pedidos que apuntarán a actividad de antenas de teléfonos celulares en la zona donde se encontraron los restos, llamadas desde la línea de la menor, informes a la compañía que le prestaban servicio y otras para reconstruir esas últimas horas.

Se suman a otras que están en marcha, entre ellas la solicitud de registros de cámaras de seguridad del Centro de Ordenamiento y Monitoreo (COM) y de propiedades familiares y comerciales, en particular en el tramo que separa a Aldeas Infantiles -donde estuvo alojada- del predio de Brandsen al 10.000, donde encontraron los restos.

No considera lógica esa presentación de las piezas óseas en un lugar que, según describe, tiene muchas viviendas cercanas y un tránsito de personas bastante importante. “Es raro”, insiste el profesional.

Según Salas, entre los elementos que se pudieron incorporar a la causa se cuentan algunos últimos escritos de la adolescente que permitirían sospechar que atravesaba algún cuadro depresivo. Pero la fiscal insistió que todas las hipótesis están abiertas ya que no hay ningún elemento que oriente la pesquisa hacia un hecho violento con participación de terceros.

Hasta el momento solo se recuperó el cráneo, que no presentaría a primera vista indicios de golpes u acción de algún tipo de arma, y algún otro hueso. Todo está en manos del equipo forense, que trabaja en procura de algún dato revelador que abra una pista firme.