Los casinos en línea están diseñados para ser accesibles desde cualquier dispositivo, las 24 horas del día, lo que aumenta el riesgo de que las personas desarrollen comportamientos compulsivos. Según expertos en salud mental, el acceso inmediato y constante a estas plataformas dificulta que los jugadores controlen el tiempo y el dinero invertido, lo que puede derivar en problemas económicos, familiares y de salud. Además, la falta de campañas de prevención efectivas y programas de ayuda especializados agrava la situación.
Impacto en la economía local
Otra preocupación es el desvío de recursos económicos hacia plataformas internacionales que operan fuera del país. Muchas de estas empresas no tributan en Argentina, lo que genera una competencia desleal frente a los casinos físicos y otras actividades económicas locales. En este contexto, los empleos directos e indirectos que generan los casinos tradicionales también se ven amenazados.
¿Hacia dónde vamos?
El debate sobre los casinos virtuales pone en evidencia la necesidad de un marco regulatorio nacional que armonice las legislaciones provinciales y garantice un equilibrio entre la oferta de entretenimiento y la protección de los usuarios. Esto incluye implementar controles más estrictos, exigir transparencia a las plataformas y desarrollar programas de apoyo para quienes puedan verse afectados por la adicción al juego.
Mientras tanto, el crecimiento sin freno de los casinos en línea sigue siendo una problemática compleja y urgente, que requiere voluntad política y conciencia social para encontrar soluciones efectivas.