Silvia Daria comenzó a los 17 años como recepcionista de hotel en Chapadmalal. Hoy, ya jubilada, es la museóloga que impulsó y aún sostiene el Museo Eva Perón, un espacio único que preserva la memoria del Turismo Social argentino. El reciente cierre de la Unidad Turística Chapadmalal (UTCh) durante el gobierno de Javier Milei pone en riesgo su continuidad, y se especula con un posible traslado a la Quinta 17 de Octubre, en San Vicente.
El museo, fundado en 2002 gracias a la iniciativa de Daria —con apoyo de Daniel Scioli durante la presidencia de Eduardo Duhalde—, reúne objetos históricos: desde la máquina de escribir de Perón, butacas del antiguo cine del Hotel 8, hasta cartas y obras dedicadas a Evita. Muchos de estos elementos fueron rescatados y protegidos por trabajadores que, durante la Revolución Libertadora, se negaron a destruir el patrimonio y lo escondieron con valentía.
Chapadmalal no solo guarda historia. Es el presente de muchas familias: da trabajo, dignidad y contiene actividades educativas y sociales como una escuela secundaria con orientación gastronómica, un centro de salud y un programa del Papa Francisco para chicos del conurbano. El complejo es, como lo describe Daria, “una fábrica sin chimenea” que sostiene al barrio.
El Turismo Social se autofinanciaba en sus inicios con descuentos salariales, loterías y aportes estatales, permitiendo vacaciones accesibles para trabajadores, jubilados y personas de bajos recursos. Su deterioro comenzó en 1979, con el desvío de fondos al PAMI y el ingreso de empresas tercerizadas.
“Cerrar esto es hacerlo con una liviandad preocupante. No se entiende que hay más de 20 mil personas que viven, transitan y dependen del complejo. Abandonar a la gente es quedarse sin futuro”, advierte Daria. Ella, que vio florecer este modelo desde los años 60, hoy lo ve apagarse en silencio.
