Por P. F. Menéndez.- Hay palabras que no envejecen. A veces, el corazón escribe cosas que ni el tiempo ni el olvido logran borrar. Este poema lo escribí hace 46 años, pero sigue latiendo como el primer día. Una declaración sencilla, sincera y profunda. Un reflejo de lo que uno siente cuando ama de verdad.
Pensarte
Pienso en ti, en tu amor,
en tu mirada, en tu sonrisa,
en tus ojos, en tu boca…
Pienso que tu amor
es como el sol de cada día:
brilla más y sonríe más.
Pienso que tu mirada
es como la de Dios: firme,
serena, pero llena de ternura.
Pienso que tu sonrisa
es como la de un ángel,
siempre feliz, siempre dulce.
Pienso que tus ojos
son de un hada protectora,
que miran con amor
y a mí me miran con amor.
Pienso en tu boca…
y pienso en ti, claro,
siempre en ti.
P. F. Menéndez – 22/9/79