Por Pablo Menéndez.- Tres sectores reclaman representar al gobernador Axel Kicillof en General Alvarado, mientras el peronismo bonaerense entra en una cuenta regresiva tensa. La unidad está en duda, los liderazgos tambalean y las definiciones se hacen esperar.

El desorden es total. Y no lo decimos con liviandad: en General Alvarado, tres sectores distintos aseguran ser los verdaderos representantes del gobernador Axel Kicillof. ¿Quién es el referente real? ¿A quién escucha Kicillof cuando se habla de nuestro distrito?

Por un lado, el concejal Tomás Besteiro responde a la Corriente Nacional de la diputada Cristina Álvarez Rodríguez, una línea identificada con el kicillofismo. Pero también hay que mencionar a las organizaciones sociales que orbitan en torno a Andrés “Cuervo” Larroque, ministro del gobernador, y que también actúan con autonomía en el territorio. Y por si esto fuera poco, un funcionario del propio gabinete de Sebastián Ianantuony, también enrolado en el armado del ministro Larroque, asegura formar parte del círculo político más cercano a Kicillof.

Tres líneas. Tres versiones distintas. Tres sectores que se arrogan el derecho de representar al “kicillofismo”. Pero, ¿quién será, en definitiva, el nexo real entre ese espacio y General Alvarado? La pregunta, por ahora, no tiene respuesta.
¿Y la versión oficial? No hay. Yo, sinceramente, amigo lector, amiga lectora, no lo sé. Y eso, en política, es una señal clara de desorden.

Ahora bien, todo este entramado local no es aislado. Es parte del temblor mayor que sacude a todo el peronismo bonaerense.

A cuatro semanas del cierre de alianzas, el peronismo en la provincia está al borde de un nuevo quiebre. La tensión ya no se oculta. La pregunta no es si cruje, sino cuánto falta para que estalle. Y en ese juego de tensiones, General Alvarado también está en la mira.

El gobernador Axel Kicillof enfrenta una encrucijada que ya no puede patear. El próximo 7 de septiembre deberá mostrar sus cartas. ¿Se animará finalmente a romper con el armado de Cristina Fernández de Kirchner? ¿Jugará su propia interna? ¿O volverán a una unidad forzada que después de la elección termina en otra interna a cielo abierto?

Hace pocos días, el intendente Sebastián Ianantuony participó del almuerzo en Chascomús con Sergio Massa, el armador silencioso del Frente Renovador. Un gesto que no fue inocente. Se alinea con un sector que todavía cree en una posible reunificación, pero también se posiciona en caso de ruptura. Otro dirigente clave del Frente Renovador que, sin dudas, tendrá un rol central en el armado del espacio en General Alvarado es el diputado Germán Di Cesare, con vínculo directo y permanente con Sergio Massa. Su peso político y experiencia en el distrito lo posicionan como una figura determinante en la estrategia electoral que viene.

Porque si Kicillof decide ir por fuera del kirchnerismo duro, acá en nuestro distrito el escenario se vuelve aún más confuso. Hay un núcleo que responde al gobernador, otro que se referencia en el massismo, y otros espacios que siguen pendientes de lo que diga Cristina. ¿Quiénes serán los candidatos de cada uno? ¿Habrá internas cruzadas? ¿Y los que hasta ayer compartían cartel, hoy competirán entre sí?

Las dudas abundan. Las certezas, escasean. El peronismo en General Alvarado también vive su propio temblor.

Lo que está claro es que aquella famosa unidad “hasta que duela” funcionó para ganar en 2019, pero no para gobernar. El resultado fue una sociedad cada vez más cansada del péndulo interno del peronismo. Ese agotamiento es, en parte, lo que explica el ascenso de Javier Milei y su motosierra, que no distingue entre jubilados, trabajadores o sectores vulnerables. Todo vale, mientras la oposición siga sin ofrecer un rumbo claro.

Hoy, parte de la sociedad está huérfana de representación, y en ese vacío, el peronismo parece más preocupado en sobrevivir a su propia interna que en construir un proyecto de país.

¿Habrá unidad forzada? ¿Habrá ruptura? ¿Quién representará cada espacio en General Alvarado?

Lo sabremos pronto. Mientras tanto, el desorden que dejas está al día en el peronismo.