Un ambicioso proyecto impulsado por el PRO marplatense promete abrir un fuerte debate en Mar del Plata y la región. La propuesta busca transformar parte del histórico Complejo Turístico de Chapadmalal en un nuevo “Puerto Madero”, a través de un esquema de inversión público-privada que dejaría atrás el tradicional modelo de turismo social destinado a los sectores populares.

La iniciativa fue presentada por Emiliano Giri, presidente del PRO local, quien aseguró que la idea lleva más de diez años de desarrollo. El plan replica el modelo de la Corporación Puerto Madero y apunta a revitalizar la zona sur del partido de General Pueyrredon con una transformación urbana integral.

Una corporación urbanística con participación estatal y privada

El corazón del proyecto es la creación de una sociedad anónima de carácter mixto, denominada Corporación Urbanística Chapadmalal, donde el Estado tendría participación mayoritaria, pero trabajaría en conjunto con socios estratégicos del sector privado.

Esta entidad se encargaría de administrar, concesionar y comercializar el complejo, actualmente bajo la órbita del Gobierno nacional y considerado emblema del turismo social en Argentina.

Ejes centrales del plan

Entre los principales puntos de la propuesta se destacan:

• Obras de infraestructura: redes de agua potable y cloacas para toda la zona sur, con inversión inicial estatal y aportes privados.
• Concurso internacional de ideas urbanísticas para diseñar un masterplan de intervención.
• Creación de un nuevo distrito urbano costero con viviendas multifamiliares de altura controlada, un campus académico, centros de salud y seguridad, comercios, gastronomía y hoteles restaurados.

Según sus impulsores, este modelo permitiría poner en valor el patrimonio histórico del complejo, generar empleo, atraer nuevas inversiones, crear ingresos fiscales y convertir a Chapadmalal en un polo turístico, educativo y cultural.

Financiamiento y polémica

El financiamiento sería mixto: aportes del Estado en la etapa inicial, inversiones privadas mediante fideicomisos y concesiones, y eventuales créditos de organismos multilaterales como la CAF, el BID o FONPLATA.

Pero la propuesta no está exenta de polémica: ¿debe el Estado abandonar el modelo de turismo social en Chapadmalal —que históricamente ha permitido el acceso al mar a sectores populares— para dar paso a una urbanización destinada a sectores de mayor poder adquisitivo? La discusión está planteada. El proyecto ya genera reacciones encontradas entre dirigentes políticos, sectores sociales, académicos y vecinos del sur marplatense.