Mientras Ritondo busca cerrar un acuerdo con Karina Milei, en General Alvarado el PRO se juega cuatro bancas clave. La Libertad Avanza tiene una banca, pero no arriesga nada en esta elección. El tiempo corre y las definiciones no llegan.

El PRO bonaerense atraviesa horas decisivas. Tras semanas de tensiones internas, advertencias de ruptura y negociaciones trabadas, este martes se concreta una nueva reunión entre Cristian Ritondo, Guillermo Montenegro y Karina Milei en Casa Rosada. ¿El objetivo? Cerrar —o naufragar— el acuerdo electoral entre el partido amarillo y La Libertad Avanza (LLA) en la provincia de Buenos Aires.

Pero la negociación llega al límite, con un PRO partido al medio. Mientras algunos intendentes ya abrieron la puerta para sumarse a la boleta violeta, otros se niegan rotundamente a entregar el sello, los primeros lugares de las listas y, sobre todo, el control político de sus distritos.

Un Zoom que expuso la interna

Ayer, Ritondo encabezó un Zoom con casi todos los intendentes bonaerenses del PRO. Más de la mitad dejaron en claro que no quieren saber nada con pegarse a LLA en la elección del 7 de septiembre.

Estuvieron presentes, entre otros, los intendentes de Junín, Campana, Vicente López, Puan, Arrecifes, Pinamar, Zárate, General Pueyrredón y Coronel Pringles. También participaron legisladores provinciales. El conflicto principal: “los libertarios están pidiendo demasiado” y no muestran “voluntad real de acordar”.

En varios municipios, la relación con los delegados libertarios es tensa y, en algunos casos, directamente nula.

Los que ya se pintaron de violeta

A pesar del malestar generalizado, hay excepciones. Las conversaciones con LLA avanzan sin sobresaltos en Mar del Plata, Zárate, Arrecifes y Pinamar, donde gobiernan dirigentes cercanos a Ritondo, dispuestos a ceder lugares a cambio de respaldo nacional.

Una tercera vía en marcha

Mientras tanto, otros intendentes PRO ya están en conversaciones con sectores de la UCR, el vecinalismo y el peronismo no kirchnerista. Buscan construir una “avenida del medio” que les permita conservar autonomía, sin quedar atados ni a LLA ni al kirchnerismo.

Desde esos distritos díscolos advierten: “Si hay que perder uno o dos concejales para tener un bloque propio, lo haremos”. Incluso subrayan que en muchos Concejos Deliberantes, LLA termina votando con el kirchnerismo.

General Alvarado: ¿acompañar o resistir?

En este escenario, General Alvarado entra en la ecuación. El PRO pone en juego cuatro bancas clave en el Concejo Deliberante. La Libertad Avanza, por su parte, tiene hoy una banca, pero no debe renovarla este año. Por lo tanto, todo lo que consiga será ganancia.

La pregunta es: ¿el PRO local está dispuesto a ceder espacio a LLA? ¿O buscará sostener un armado propio con otros socios políticos? La decisión aún no está tomada, pero el reloj avanza y el margen se achica.

Falta poco y mucho a la vez. Y si algo está claro, es que las definiciones ya no pueden esperar demasiado.