Mientras la alianza Somos Buenos Aires ya oficializó su lista con Germán Barrios a la cabeza, el resto de los frentes y alianzas todavía están a puro movimiento. Como buen hijo de Ferretero que soy, me atrevo a decir: ¡las terrajas están a pleno! Rosca va, rosca viene. Suben nombres, bajan otros, se cruzan llamados, y ni hablar de los fuertes cortocircuitos internos entre los que comparten espacio.
Como diría David Lebón en Encuentro con el diablo: “Qué tensión que hay en el ambiente… ¿cuántos pensarán como yo?”.
Estamos a nada del 19 de julio, el cierre oficial. Muchos interrogantes y muy pocas respuestas.
¿Finalmente el PRO de General Alvarado se sumará a La Libertad Avanza, o tomará otro camino como en Balcarce, donde avisaron que no se suman a LLA y seguirán acompañando al radicalismo de Esteban Reino? ¿Tiene ese margen Sánchez Charro o las directivas de arriba le marcan la cancha?
Y el oficialismo local, ¿logrará cerrar una lista de unidad y competitiva? Se habla de que los tres primeros lugares buscarán contener a cada sector: el Frente Renovador, La Cámpora y el espacio de Kicillof. Pero por ahora, todo en potencial.
En el plano vecinalista, se sabe que Luis Battione encabezará una de las listas, pero aún no hay definiciones claras sobre el resto de los nombres. En tanto, el exconcejal del Frente de Todos, Juan “Copita” López, también viene armando su espacio vecinal, donde suenan nombres como Paulo Tilaro y referentes que podríamos ubicar como exUnidad Ciudadana.
Todo este panorama, tan cambiante y acelerado, puede quedar viejo en cuestión de horas. Entre el viernes y el sábado, todo debería quedar cerrado. Se vienen días de teléfonos calientes, nervios de punta y definiciones clave.
