El Gobierno de Javier Milei dispuso un nuevo aumento en el precio mayorista del gas natural y resolvió que el ajuste sea trasladado de manera directa a las facturas que pagan los usuarios residenciales y comerciales. La suba comenzará a impactar en los consumos a partir de enero de 2026.
La medida fue formalizada por la Secretaría de Energía, dependiente del Ministerio de Economía, a través de la Resolución 605/2025 publicada este lunes en el Boletín Oficial. La norma establece una actualización del valor del gas en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST), es decir, el precio que abonan las distribuidoras en el mercado mayorista antes de que se sumen los costos de transporte, distribución, impuestos y otros cargos que conforman el monto final de la boleta.
El PIST es uno de los componentes centrales de la tarifa del gas, por lo que su modificación tiene un efecto automático sobre lo que pagan los usuarios finales. En ese sentido, la resolución instruyó al Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS) a reflejar el nuevo valor en los cuadros tarifarios vigentes y a garantizar que todas las distribuidoras del país apliquen el ajuste de manera uniforme. La suba definida es del 0,53% respecto del valor que regía hasta ahora.
Desde la Secretaría de Energía explicaron que la decisión se inscribe dentro del proceso de actualización de precios del sector impulsado por el Ministerio de Economía. Según la resolución, el objetivo es avanzar con el sendero de adecuación tarifaria en un contexto de desaceleración inflacionaria, manteniendo los valores reales del servicio y reduciendo los desfasajes entre los costos del sistema y los precios finales.
El impacto concreto del aumento sobre las boletas dependerá del nivel de ingresos en el que esté encuadrado cada usuario dentro del esquema de segmentación vigente. Los hogares clasificados como Nivel 1, considerados de mayores ingresos, pagan el costo pleno del servicio y absorberán la totalidad del incremento. En tanto, los usuarios de Nivel 2 y Nivel 3, correspondientes a sectores de bajos y medianos ingresos, continuarán recibiendo subsidios y mantendrán topes de consumo bonificados, aunque el excedente se facturará a un valor más elevado.
De acuerdo con lo expuesto por la Secretaría de Energía, este esquema busca concentrar la asistencia estatal en los sectores más vulnerables, mientras que los hogares con mayor capacidad contributiva afrontan el precio real del servicio. No obstante, el aumento del PIST implica que incluso los usuarios subsidiados sentirán algún impacto en sus facturas, especialmente aquellos que superen los límites de consumo establecidos para conservar la bonificación.
La actualización del precio mayorista del gas se da, además, en un contexto de cambios más amplios en la política de subsidios energéticos. El Gobierno nacional anticipó que a partir del próximo año avanzará hacia un régimen simplificado que dejará atrás la actual segmentación por niveles y programas específicos como la Tarifa Social de Gas o el Programa Hogar. El nuevo esquema prevé solo dos categorías: hogares que recibirán asistencia estatal y hogares que pagarán el costo pleno del servicio.
Según informó el Ejecutivo, el objetivo de esta reconfiguración es “transparentar el precio real de la energía, incrementar la participación de los usuarios en el financiamiento del sistema y ordenar las cuentas públicas”. En ese marco, el aumento del PIST aparece como un nuevo paso dentro del proceso gradual de recomposición tarifaria que el Gobierno impulsa desde la declaración de la Emergencia del Sector Energético Nacional.
La resolución establece que el ENARGAS y las empresas distribuidoras cuentan con un plazo de cinco días desde la publicación de la norma para adecuar los contratos y aplicar el nuevo valor en las facturas. Al mismo tiempo, el ente regulador deberá supervisar que se mantengan las bonificaciones vigentes para los usuarios de bajos y medianos ingresos, conforme a lo dispuesto por la Resolución 24/2025, que regula el esquema transitorio de subsidios.



