El presidente anunció allí un programa para comenzar a salir de la dependencia de cientos de miles de argentinos de los planes sociales e intentar reconvertirlos en puestos de trabajo real. La ecuación es simple: se entregará el monto del plan a la empresa que contrate a un desocupado beneficiario de ayuda social por un plazo de 24 meses. Si el trabajador es despedido vuelve a cobrar el plan social.
Pese al anuncio en el acto que le organizó el sindicalista Gerónimo Venegas, la realidad es que el sistema funciona, con otros nombres, desde el año 2005. Según fuente fidedignas, aclaraban a elrecado.net que “El plan empalme, existe desde el año 2005 bajo los nombres entrenamiento “por el trabajo o PIL (programa de inserción laboral)”. Durante este gobierno se acotaron los programas solo a la esfera privada, impidiendo que el estado pueda utilizar esta modalidad. La realidad es que el programa no esta dando buenos resultados porque los comercios, simplemente están viendo como sostener lo que tienen, pagar la luz, etc”.
Más adelante, comentó “Los beneficios duran solo 12 meses, y no es para todos los programas sociales. Solo entra la población que el ministerio de trabajo define como objetivo y que hoy es jóvenes de 18 a 24 años, discapacitados, y víctimas de violencia de genero. Eliminaron desde marzo el ingreso al SCYE que era para desocupados mayores de 25 años, dijeron que ya los iban a informar el nuevo programa pero los meses pasan y nada.” finalizó.