Ricardo Alfonsin, el dirigente radical, es una de las pocas voces de al Alianza Cambiemos que pone en el tapete la discusión de cual debe ser la función del radicalismo dentro de Cambiemos. En un reportaje que le realizara el diario La Capital de Mar del Plata dejo apreciaciones que van en ese destino.
Acá los párrafos más salientes del reportaje:
1) “Me he manifestado en contra de la reforma jubilatoria y creo que el partido debió haber hecho lo mismo. Tampoco coincido con la reforma laboral. No creo que los problemas que nosotros tengamos en la economía ni las dificultades que tenemos para recuperar los niveles de actividad económica tengan que ver con los trabajadores”
2) “El decisionismo prescinde de las formas y los procedimientos adecuados. Por un DNU el presidente de la República hace cosas que no puede hacer según la Constitución. Entre otras cosas, el Ejecutivo no puede derogar ni modificar leyes. Sólo lo habilita excepcionalmente a hacer algo así. Si creemos que está dentro de esta excepcionalidad modificar 120 leyes, me parece que no entendimos lo que decía la Constitución Nacional. Por otro lado, no se dan las razones de necesidad y urgencia que prevé la Constitución Nacional. No tener mayoría no es una causal para dictar DNU.”
3) “Callarse la boca cuando ocurren cosas como estas no es lo mejor. Ni la doble vara. Las cosas están bien o mal con independencia de quien las haga. Si estaban mal antes, están mal ahora también. La razón de ser de Cambiemos es la República, reparar el daño que habían sufrido las instituciones de la República, y la verdad es que nos hemos olvidado que esa era la razón de ser de Cambiemos”.
4) ” La UCR Se autocolocó en esa situación propia de un convidado de piedra. Ni siquiera con los gobiernos radicales fue tan acrítico la Unión Cívica Radical. Cambiemos es un frente que reúne fuerzas que piensan diferente. A pesar de eso, no hubo un acuerdo programático. El que diga que hubo un acuerdo programático no le dice la verdad a la gente.”
5) “La razón de ser de cambiemos es la República. Yo creería que todavía no están aventadas las amenazas que pueden ponerla en riesgo. Pero esa es la pregunta del millón que no quieren hacerse los radicales: ¿Qué vamos a hacer cuando estas amenazas estén aventadas? ¿Vamos a seguir reuniéndonos fuerzas que piensan distinto? ¿No sería lo normal que se reúnan fuerzas que piensan igual y que las que piensan distinto compitan entre sí? Mi preocupación es que termine pasando con el radicalismo algo parecido a lo que pasó con el llamado nuevo laborismo de Tony Blair y Gordon Brown, que se parecía más al Partido Conservador que al Laborista”.