El Gobierno decidió poner fin al aislamiento actual. Los sanitaristas recomendaron apurar y administrar el ritmo de los contagios.
La cuarentena tal como la conocimos se termina el 10 de mayo. Por razones económicas y sanitarias, el presidente Alberto Fernández decidió que a partir de esa fecha se pondrán en funcionamiento 500 fábricas que emplean a decenas de miles de trabajadores. La apertura incluirá a empresas de los sectores automotriz, autopartes, química, petroquímica, plásticos, metal mecánica, cemento, textil, indumentaria y calzado, entre otros. El listado lo armó el Ministerio de Desarrollo Productivo, a cargo de Matías Kulfas, priorizando las compañías de capital intensivo y las exportadoras.
También desde el 10 de mayo se viene una amplia apertura comercial. Salvo en la Ciudad de Buenos Aires, en el conurbano bonaerense, en Rosario y en la Ciudad de Córdoba, los comercios minoristas podrán abrir en todo el país, siempre con acuerdo de los gobernadores. No así los shoppings. En el mismo área también comenzarán a funcionar peluquerías y otros negocios de servicios.
Aún no está confirmado, pero se estudia la posibilidad de habilitar las obras de construcción privadas.
Así el gobierno sale a poner en funcionamiento buena parte del aparato productivo, a asegurarse una mejor performance exportadora y sostener el empleo en la medida de lo posible. En materia de ventas externas, se espera una cosecha agrícola récord, que, sumada a los saldos exportables de la agroindustria y las manufacturas, alcanzará niveles no tan lejanos a los habituales.
Respecto al empleo, al comienzo de la cuarentena estaba habilitado por excepciones el 43 por ciento de la plantilla nacional, hoy ya llega al 51 por ciento y a partir del 10 de mayo se apunta a poner a trabajar a más del 70 por ciento.
En este momento empresas y gobierno trabajan en los protocolos sanitarios que deberán cumplir para comenzar a producir. En la mayoría de los casos los trabajadores no viajarán en transporte público. Las empresas contratarán micros de larga distancia en los que los empleados deberán viajar sentados asiento de por medio. Otros viajarán en sus propios vehículos.
Para el caso de las obras de construcción privadas el Estado analiza la posibilidad de que se hagan arreglos con hoteles en los que el personal se quede durante los días de semana. En todos los casos las empresas deben comprometerse a tomarles la temperatura a los trabajadores diariamente. (Fuente eldestape.com)