Miramar es una ciudad ideal para unas gratificantes vacaciones con toda la familia, y además posee tres elementos que la distinguen.
Viajar es entregarse al deseo de disfrutar de la hermosura de cada lugar que se visita. Si a ese placer le agregamos la experiencia de descubrir cosas extraordinarias, lo hace aún más maravilloso. Conocida también como la ciudad de los niños, tomada como propia por quienes ambicionan conocer y recrearse de sus infinitas playas, brinda tres atractivos únicos donde se fusionan la naturaleza, la historia y el patrimonio local.
Museo de Ciencias Naturales
Cada museo es el guardián de las más bellas piezas elegidas por el genio humano. Este en particular se inauguró en 2019. El municipio junto a la Fundación Azara, crean este espacio como una forma de ordenar las colecciones anteriores que pertenecían al museo municipal. En la actualidad el espacio también se dedica a la investigación científica, a la conservación de colecciones paleontológicas, biológicas y arqueológicas, a la educación, a la cultura y al turismo.
En él se exponen esqueletos de la antigua fauna que habitó la zona: gliptodontes, perezosos gigantes, tigres diente de sable y otras especies que datan de más de diez mil años de antigüedad, sorprenden al visitante. El lugar también presenta material museográfico para personas con discapacidad visual.
El Museo de Ciencias Naturales de Miramar, ocupa cinco hectáreas en el Bosque del Vivero Dunicola Florentino Ameghino. Cuando el visitante ingresa al predio, descubre animales a escala natural, recreados para la ilustración y educación pública. Además de otras sorpresas por encontrar.
Hotel Boulevard Atlantic
Se encuentra ubicado en Mar del Sud, a 15 kilómetros de la ciudad de Miramar. Su construcción data de 1880 y su estilo europeo sin precedentes lo convirtió en una gran atracción turística de la Costa Atlántica en aquellas épocas. El lugar nace con el proyecto de un tren que uniría las localidades de Mar del Plata y Necochea. Un grupo inversor de la época decide construirlo como alternativa vacacional de la época. Nace así el balneario Mar del Sur.
El edificio posee 76 habitaciones, un inmenso salón comedor. Los pisos son de pinotea, y los techos de pizarra negra. El predio tenía dos canchas de tenis, una de bochas y otra de fútbol.
El enigmático edificio, rodeado de historias y leyendas, fue declarado de Interés Turístico Municipal en 1988 para preservarlo como patrimonio inseparable de la identidad del lugar.
Bosque Energético
Este increíble lugar forma parte del circuito vivero dunícola Florentino Ameghino, una reserva forestal de más de 500 hectáreas, que contiene atractivos como la gruta de la virgen de Lourdes y el museo municipal Punta Hermengo. A primera vista parece un bosque tradicional, sin embargo, circulan muchas hipótesis que buscan explicar el magnetismo particular que hay en el lugar.
Fuente: Prensa Turismo PBA
