Ocurrió este lunes, aunque el menor es acosado por la policía miramarense desde noviembre del año pasado. “No quiero que mi hijo sea el próximo Luciano Arruga”, pidió su madre.
Lautaro tiene 17 años, un activo militante de los derechos LGBT. En los últimos meses vienen sufriendo el hostigamiento de la policía de Miramar, ciudad donde vive junto a su familia.
Sin embargo, lo que empezó siendo abuso de poder donde en reiteradas oportunidades lo demoraron, desembocó en las últimas horas en un gravísimo hecho de tortura y violencia física.
El pasado domingo, mientras se encontraba con un grupo de amigos, efectivos policiales lo volvieron a demorar pero esta vez no le quisieron devolver el DNI y un efectivo, el mismo que lo había amenazado anteriormente, lo volvió a amenazar de muerte.
Este lunes por la mañana, cuando Lautaro se dirigía a clases fue interceptado por el policía que lo amenazó de muerte y otras dos personas de civil.
En esta oportunidad, le pusieron un arma en la cabeza, lo encapucharon y se lo llevaron en un auto hasta el Vivero Municipal de Miramar.
Allí, el joven sufrió una serie de tormentos y heridas cortantes hechas con navajas, donde le tajearon una cruz en el pecho, lo quemaron con cigarrillos y le dijeron que lo iban a fusilar, para luego golpearlo hasta dejarlo inconsciente en ese lugar.
“Lo insultan porque tiene cresta, aros y usa borcegos negros”, dice Patricia, mamá de Lautaro, tratando de explicar lo inexplicable. Según la mujer, el menor pudo reconocer quiénes son los efectivos que lo acosan porque, “casi siempre son los mismos”. “La policía persigue a mi hijo porque no es rubio ni tiene ojos claros”, cuenta a 0223.
Los padres del menor afirmaron que en Miramar ninguna autoridad les ha prestado atención cuando quisieron radicar las denuncias correspondientes por estos abusos y solicitan asesoría legal.(Fuente 0223.com.ar/puntonoticias)
