Por Pablo Menéndez-. “Tiempos difíciles”, diría el genial Juan Baglietto, en su obra discográfica que lanzó en 1982, traigo a colación este tema, porque se vienen días complejos para nuestro país y por decantación lógica a la Provincia y a nuestro Municipio.
Perón, en una entrevista de esas geniales que se le hicieran, y ante la pregunta del interlocutor, sobre una situación determinada, le respondió “hay que hablar más de ideas, menos de las cosas, y nada de los hombres”, pareciera que muchos no interpretaron esa frase, o directamente no la leyeron.
No sólo Perón, hacia referencia de la palabra clave “Ideas”, Alfonsín, en su momento, también dijo algo semejante, cuando declaró “Sigan a las ideas, no sigan a los hombres, fue y es siempre mi mensaje a los jóvenes. Los hombres pasan, las ideas quedan y se transforman en antorchas que mantienen viva a la política democrática.”
Estos dos lideres, planteaban en el fondo algo tan necesario como es debatir ideas, exponer proyectos, hablar de lo colectivo sobre lo individual, encontrar los canales de comunicación, a través de estos caminos, converger en acuerdos y soluciones para una sociedad que mira y espera que los actores políticos estén a la altura de lo que representan, sino fuera así, estaríamos ante una seria encrucijada.
Ortega y Gasset, reflexionaba cuando hace referencia a: “mientras el tigre no puede dejar de ser tigre, no puede destigrarse, el hombre vive en riesgo permanente de deshumanizarse”. Esta idea primaria del filosofo español, nos interpelan como individuo de una sociedad, que papel cumplimos en esta vida. El filosofo español, profundizó la cuestión cuando afirmó “el animal es pura alteración. No puede ensimismarse”. Ensimismarse esa herramienta que tenemos los hombres y mujeres para revisar nuestros actos y cuales con las consecuencias que conlleva nuestras acciones.
Es necesario siempre tener una mirada retroactiva de las acciones que hacemos, nos mejora como persona, nos hace más empático, más aún cuando se ocupa lugares que afectan o benefician a un otro. La idea de participar en política, desde el lugar que ocupa cada uno, el aporte que se desarrolla es siempre con un respeto a las instituciones, ante todo a la sociedad que los eligen y nos pone en ese lugar. El pueblo es el único soberano, y ante él, uno debe responder.
Como se logra tener ese ida y vuelta con nuestra sociedad, es a través de las ideas, de los proyectos, es mucho más difícil, claro que si, por eso muchos buscan lo más fácil, la chicana, la desacreditación, o el juzgar la actuación del otro, sin embargo ese tipo de modalidad es lo que aleja de la política al transeúnte, al ciudadano, y por ende, le da la justificación de que la participación y el compromiso sea cada vez menor.
Es por eso que citaba a Perón, y a Alfonsín, en mi primer párrafo donde nos dejan el legado de las ideas, lugar que único para generar soluciones. También me referí a Ortega y Gasset, porque es casi una necesidad de repensarnos, reinventarnos y sobre todo revisar nuestros actos, porque es fundamental que “las palabras que no van seguidas de hechos, no valen nada”. Esopo, el camino de la credibilidad, de que la sociedad miren con otros ojos a la política, es, justamente, el de ver y escuchar a nuestros representantes, hablando, y debatiendo proyectos, estrategias, e ideas, lo demás es distanciarse, aún más, de nuestra gente.
Cada uno sabrá que hacer, pero una vez, aunque sea una vez, probemos de hablar de ideas, por ahí tenemos otro resultado.