El grupo de Devotas de la Virgen María, en colaboración con el área Forestal del Vivero, llevó adelante una significativa acción en el Vía Crucis y el camino que conduce a la Gruta de Lourdes. Se instalaron seis bancos de descanso que invitan al recogimiento, la contemplación y el encuentro con la Fe.
Este gesto, que pone en valor un espacio profundamente ligado a la espiritualidad cristiana, se suma a otras iniciativas como el Rosario Caminante, que siguen consolidando el lugar como un sitio de oración y reflexión.
Uno de los momentos más emotivos fue la imposición del nombre del Párroco Pablo Boldrini en uno de los bancos, como homenaje a su entrega pastoral, a pocos días de concluir su tarea sacerdotal en Miramar. Un reconocimiento sentido, nacido del cariño de la comunidad.
La acción fue acompañada por representantes del grupo de Devotas marianas, del área de Culto, del área Forestal, de Comunicación y de Turismo, como muestra del trabajo conjunto entre distintas áreas y la comunidad de fe.
