En una nueva sesión ordinaria del Honorable Concejo Deliberante de nuestro distrito, uno de los expedientes más relevantes del día fue la rendición de cuentas enviada por el Ejecutivo local. Como era previsible, fue desaprobada por el arco opositor con 9 votos en contra, mientras que el oficialismo defendió el expediente con sus 7 votos afirmativos.

Sin embargo, más allá del resultado, lo que dominó la jornada fue un cruce político que refleja fracturas internas más profundas. El debate giró más en torno a internas pasadas y posicionamientos personales que a la rendición en sí. Especialmente llamativo fue el enfrentamiento discursivo entre sectores de Juntos y el radicalismo local, una tensión que se arrastra desde la derrota de Honores en 2023.

Desde ese momento, quien fuera su rival en la interna, Sánchez Charro, adoptó un perfil más combativo, especialmente contra el concejal radical Barberini. Por su parte, el concejal Spadari, que ya hace tiempo rompió con el radicalismo, hoy forma parte activa del bloque Juntos.

Quizás usted, amiga lectora, amigo lector, se pregunte por qué menciono esto. Es que lo que se vivió hoy no fue una discusión técnica o seria sobre la rendición de cuentas, sino una sucesión de chicanas, gestos de disputa interna y discursos que hablan solo a los propios. A las redes. A los algoritmos.

Mientras tanto, la rendición de cuentas seguirá su curso en el Tribunal de Cuentas, que será el que finalmente dictamine si los números cierran o no. Pero esa no fue la discusión de fondo hoy.

Y hay algo más: estamos a menos de dos meses del cierre de listas. Y en el ambiente político nadie sabe a ciencia cierta en qué espacio terminará jugando cada uno. Todo suena a maniobra de posicionamiento personal más que a representación pública.

Porque la agenda de la gente es otra. Porque hoy, llegar a fin de mes se volvió una lucha diaria. Comer es cada vez más caro. El transporte, impagable. Las tarifas, un martillo. Los sueldos, cada vez más bajos. Y conseguir trabajo ya parece una quimera. Pido disculpas si alguien esperaba un resumen técnico de la sesión. Pero me parece importante contar lo que de verdad pasó: un espectáculo vacío que poco tiene que ver con los problemas reales. La política debe ser herramienta de construcción, de debate, de búsqueda de soluciones colectivas. El ego, en cambio, no construye. No debate. Solo aleja a los representantes de sus votantes.