Por Pablo Menéndez.- Tras la sesión del miércoles con la Rendición de Cuentas como factor determinante, el mapa opositor de General Alvarado quedó expuesto como pocas veces. Acusaciones cruzadas, internas al rojo vivo y alianzas que no terminan de consolidarse dibujan un escenario en el que cualquier acuerdo suena más a un rejunte que a una verdadera alternativa de poder.
El anuncio de Karina Milei, marcando que será La Libertad Avanza (LLA) quien definirá las listas en los distritos, dejó en claro que no habrá fusión, sino conducción vertical. Y eso sacudió el tablero local. El PRO, que durante años se movió con autonomía, ahora enfrenta una disyuntiva incómoda: adaptarse al orden libertario o arriesgarse a la irrelevancia.
En este contexto, la gran incógnita sigue siendo Sánchez Charro, dirigente con base territorial, pero con línea directa con Diego Santilli. ¿Cederá espacio ante las decisiones que bajan desde Buenos Aires o resistirá con proyecto propio? A esto se suma un dato clave: según fuentes cercanas a “Lule” Menem, mano derecha de Karina Milei, en sus escritorios ya circulan encuestas de General Alvarado donde Charro mide por encima de otros nombres libertarios. Ese número puede pesar más que muchas convicciones.
Mientras tanto, el PRO local intenta acercarse a LLA, pero no será fácil pasar de protagonista a coprotagonista. La negociación es áspera y la confianza, escasa.
Por otro lado, el radicalismo local ya dio señales claras: su intención es recuperar su identidad sin alianzas. Quieren volver a ser UCR, no un eslabón menor de un frente que no los contiene. Esto profundiza la fragmentación y deja en evidencia lo que muchos ven: la oposición está más dividida que nunca.
En este escenario, comienzan a aparecer nombres como el de Mauro Spadari, quien suena como posible reemplazo de Sánchez Charro en caso de que este último no busque renovar su banca. Al mismo tiempo, queda por ver qué decisiones tomarán Pagliardini (MID) y Ardouin (CC): si optan por competir por un nuevo período legislativo, tendrán poco margen de maniobra.
Y en este juego de especulaciones, una pregunta resuena con más fuerza que cualquier nombre en una lista: ¿Cómo construir un frente opositor competitivo sin que parezca un rejunte oportunista?. Responder eso puede ser más determinante que cualquier número en las encuestas.