Finalmente sucedió. Miramar amaneció con sus playas cubiertas de blanco y regaló un día que quedará grabado en la memoria colectiva de la ciudad. Desde temprano, vecinos y turistas salieron a las calles a disfrutar de una postal única: la arena se transformó en nieve, y la costa se volvió escenario de fotos y videos que inundaron las redes sociales.
Como cada vez que el fenómeno se presenta, la emoción y la nostalgia se hicieron presentes. Algunos recordaron la nevada de septiembre de 2015, otros la de 2006, y para muchos sigue viva en la memoria la imponente nevada del 1 de agosto de 1991. Incluso los más memoriosos mencionaron aquella del año 1973.
Pero desde hoy, todos recordarán la del 30 de junio de 2025. No solo por lo inusual del fenómeno, sino por la manera en que volvió a reunirnos, a sorprendernos, a regalarnos ese instante de magia en medio del invierno.
Miramar vivió una jornada inolvidable. Y, una vez más, la naturaleza se encargó de dejarnos una huella blanca en la historia.
