Con profundo gozo, la comunidad recibió la visita del Padre Pedro Opeka, quien presidió la Eucaristía en la parroquia “San Andrés” de la ciudad de Miramar y compartió su testimonio de fe, entrega y esperanza.
Damos gracias a Dios por su vida misionera y celebramos junto a él sus 50 años de sacerdocio, compartiendo no solo la mesa del altar, sino también el ágape fraterno, signo de comunión y alegría en el Espíritu.
Que su paso entre nosotros renueve el deseo de servir a los más pobres con un corazón lleno de amor, siguiendo su ejemplo cotidiano de entrega.


