Llegar a los 58.000 seguidores en Facebook no es, para mí, una cifra fría ni un logro individual. Es una señal de acompañamiento. Del otro lado hay personas que leen, que acuerdan, que discrepan, que vuelven. Y esa presencia cotidiana es la que le da sentido a El Recado.
Desde el primer día sostengo una idea simple y profunda a la vez: la necesidad de estar comunicados, de informar con seriedad, con datos, con argumentos sólidos y con una mirada editorial propia sobre la realidad de Miramar y de todo General Alvarado. No se trata solo de contar lo que pasa, sino de hacerlo con responsabilidad, entendiendo el lugar que ocupa la palabra cuando se hace pública.
Habrá notas más críticas y otras con miradas distintas. Algunas generarán acuerdos, otras incomodarán. Es parte del camino. Pero siempre desde una convicción que no negocio: reconocer que hay un otro del otro lado, alguien que puede pensar diferente y que merece respeto. No comulgo con el amarillismo ni con la falta de respeto como forma de comunicar. No creo en el grito ni en el título fácil. Creo en el trabajo sostenido, en la argumentación y en el compromiso con la verdad posible.
Muchas veces eso implica ir a contramano, nadar como el salmón contra la corriente. No es una postura buscada: es una elección. La de sostener una línea editorial aun cuando no sea la más cómoda, la más aplaudida o la más rentable en términos de clics.
Quiero agradecer profundamente a quienes día tras día se conectan a través de nuestras redes sociales y a quienes eligen informarse leyendo el portal elrecado7607.com. Sin esa comunidad, sin esa lectura atenta y crítica, este espacio no existiría.
Y si algo quiero reafirmar hoy, al llegar a los 58.000 seguidores, es esto: no me van a encontrar cambiando de lugar según sople el viento.
Mi compromiso es primero con Miramar, con General Alvarado y con su gente. Aun cuando toque ir a contramano. Aun cuando haya que nadar contra la corriente.
Me van a encontrar siempre en la misma: a favor de Miramar, a favor de una comunicación honesta, y a favor del respeto como base de cualquier mirada sobre la realidad.
El Recado
Pablo Menéndez



